Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN) del Gobierno de Aragón han confirmado la muerte de un macho de águila-azor perdicera, especie catalogada "en peligro de extinción". El ave portaba un emisor vía satélite que fue el que puso sobre alerta a los APNs. Los APN se desplazaron a las últimas coordenadas recibidas y, tras una larga búsqueda, encontraron el ejemplar muerto en el interior de un arbusto, en el término municipal de Nonaspe.
El ejemplar había sido capturado y marcado en la primavera pasada dentro de un programa de conservación y seguimiento de esta especie. Este macho adulto regentaba un territorio a caballo entre Aragón y Cataluña, en el que han muerto varias hembras electrocutadas en postes de tendidos eléctricos hasta que, finalmente, han sido modificados, aislados y protegidos.
Los restos del ejemplar tiroteado fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca para realizar la necropsia. Los resultados indicaron que la causa de la muerte fue un disparo realizado de frente y a corta distancia matando a la rapaz en el acto. En su cuerpo se encontraron, al menos, cuatro perdigones provenientes de un cartucho de caza. Este disparo puede suponer un delito contra la fauna castigado por el Código Penal con penas de hasta dos años de cárcel.
No es la primera muerta sino que en los últimos meses se han encontrado muertos por diferentes causas no naturales seis ejemplares más de águila-azor perdicera en Aragón; en septiembre de 2010 un macho en Alcorisa (Teruel), en marzo de 2011 una pareja de Valmadrid, (Zaragoza), pocos días después, un macho adulto en Grisel (Zaragoza), en abril un macho adulto en Ráfales (Teruel) y una hembra en Illueca (Zaragoza).
Las causas de estas muertes fueron por disparos en los casos de Alcorisa, Illueca y Nonaspe, envenenamiento en Valmadrid y por electrocución en Grisel y Ráfales. Varios de ellos estaban marcados con emisores satelitales para su seguimiento y estudio.
Estos trabajos forman parte de las acciones de conservación de la especie que desarrolla el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Durante varios años, estos ejemplares han estado aportando información muy valiosa sobre la biología de esta especie, complementaria a los seguimientos que sobre el terreno realizan los APN y que ha permitido definir de manera ajustada las áreas críticas para la especie.
El águila-azor perdicera es el ave rapaz más amenazada de Aragón, donde apenas se reproducen 30 parejas. La tendencia de su población es claramente regresiva, con una reducción de sus efectivos de casi el 40 %. En las provincias de Teruel y Huesca sólo se han contabilizado 10 y 3 parejas, respectivamente, en 2010, encontrándose catalogada "En Peligro de Extinción".
Parece que de poco sirven los enormes esfuerzos, tiempo y dinero que se viene invirtiendo, tanto desde la administración como desde las compañías eléctricas y otros estamentos sociales frente a energúmenos que disparan sobre lo primero que ven en el campo. ¿Cuando se pondrá firme la Administración aragonesa ante estos casos y tendrá el valor suficiente para empezar a cerrar los cotos de caza en los que aparezcan casos como este? ¿Será entonces demasiado tarde? Valor, somos muchos los que apoyaríamos este tipo de medidas.
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