Agentes para la
Protección de la Naturaleza – APNs del Gobierno de Aragón la
capturaron en el río Vero y fue trasladada al centro de recuperación
de fauna Silvestre de La Alfranca.
Agentes para la
Protección de la Naturaleza – APNs del Gobierno de Aragón,
adscritos a la comarca del Somontano de Barbastro, recibieron ayer la
llamada de un particular notificándoles la presencia de un ejemplar
de Cigüeña común que aparentemente no podía volar, en el río
Vero, en el interior de la localidad de Barbastro.
Los APNs se trasladaron
hasta el lugar indicado, comprobando que se trataba de un ejemplar
juvenil que acababa de abandonar el nido, con una de las patas
amputadas a la altura de la flexión del tarso. La amputación, la
posible debilidad y el hecho de encontrarse en una zona canalizada
del río Vero, con altas paredes verticales de hormigón,
dificultaban o impedían que pudiera salir por sus propios medios.
Los agentes, provistos de material específico para rescate de fauna
silvestre y trajes de neopreno capturaron al animal, descendiendo
mediante escaleras al interior del cauce.
Una vez capturada, se
procedió a su traslado al Centro de Recuperación de fauna Silvestre
que el Gobierno de Aragón posee en La Alfranca, en Zaragoza, donde
será recuperada en la medida de lo posible, y puesta en libertad
posteriormente, si se ve factible que pueda sobrevivir por sus
medios.
Desgraciadamente, el
hallazgo de aves con patas amputadas, o gravemente deformadas, es
habitual en el trabajo diario de los APNs. La causa está provocada,
una vez mas, por malas prácticas llevadas a cabo por el ser humano.
Durante la construcción
o reforma de sus nidos, las aves utilizan materiales que sean
blandos, suaves y mullidos para forrar su interior, buscando el
bienestar de sus pollos. En muchas ocasiones, el material utilizado
son cuerdas de las utilizadas para el empacado de paja, alfalfa y
hierba, que las aves encuentran en las inmediaciones de explotaciones
agrícolas, naves ganaderas o vertederos.
Cuando los polluelos
nacen permanecen más de un mes en el nido, moviéndose
constantemente, lo que provoca que esas cuerdas se enreden en sus
patas, a modo de torniquete que se apreta cada vez más, llegando a
amputarles las patas o creándoles graves deformaciones. En otras
ocasiones, cuando emprenden sus primeros vuelos, acaban colgando de
sus nidos con la cuerda atada en un extremo en sus patas y en el otro
en el nido, llegando a morir allí colgadas, a no ser que sean
localizadas y rescatadas por los APNs.
Se trata de una
problemática asociada al mal uso que se hace de este tipo de
cuerdas, subsanable totalmente si se tomaran unas medidas tan
sencillas como el recoger todas ellas una vez utilizadas. Desde el
Cuerpo de Agentes para la Protección de la Naturaleza se hace un
llamamiento para que entre todos podamos mantener nuestro entorno
natural y agrario libre de cuerdas y todo tipo de residuos,
perjudiciales para nuestra fauna en particular y para nuestro medio
natural en general.
Fuente: Gobierno de Aragón.
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