Artículo aparecido el 10 de octubre de 2010 en el Diario del Altoaragón, de F.J. Porquet.
La particularidad que comparten, en general, es su capacidad para desplazar o aniquilar a las especies autóctonas cuyo espacio han invadido. La magnitud del problema radica en las consecuencias medioambientales, sanitarias y económicas. La Administración central, preocupada, está redactando un catálogo que las define y explica cómo erradicarlas o frenar la expansión.
Ejemplo de efecto negativo medioambiental: el cangrejo americano que acaba con el nacional al transmitirle la afanomicosis infecciosa, enfermedad que a él no le afecta (sólo es agente transmisor). Ejemplo de daño sanitario: el mosquito
tigre (por razones obvias). Ejemplo de pérdidas económicas: el mejillón cebra que colapsa las tuberías de riego. Ejemplo de intereses contrapuestos: el siluro, pez que reporta al entorno social en el que vive ganancias derivadas del turismo y la pesca y, dada su legendaria voracidad, no deja vivir en sus dominios a otras especies. Los expertos dan la voz de alarma: "En el ámbito mundial, el ritmo de extinción crece de un modo sin precedentes. Muchos autores consideran que el planeta se encuentra inmerso en la llamada "sexta gran extinción". Los cinco periodos anteriores críticos de reducción en el número y diversidad de seres vivos se produjeron por causas naturales, y el actual tiene su origen en la acción humana. Cuatro de cada diez extinciones obedecen a la introducción voluntaria o involuntaria de especies exóticas invasoras".
LAS MASCOTAS
En el cine, las "tortugas Ninja" crecieron en las alcantarillas de una gran ciudad. En el mundo real, las mascotas exóticas se han hecho hueco en la naturaleza tras su abandono en el campo por quienes las compraron. Ejemplo clásico: el galápago de Florida, esa simpática tortuguita que los padres regalan a su hijos y cuando crece y da el susto de un mordisco acaba en un riachuelo. El caso es que se reproduce y le gana el sitio al galápago leproso o europeo (en el Alto Aragón está localizado en varios puntos). José Damián Moreno, agente de Protección de la Naturaleza de la DGA, señala: "Estamos colocando trampas y los ejemplares que cazamos los enviamos a zoológicos. Los ciudadanos deben saber que si se quieren deshacer de estas mascotas sin matarlas, lo que procede es llamarnos. Las recogemos y asunto terminado. Si las sueltan, la competición por el alimento acaba con el galápago autóctono".
Más casos curiosos: la cotorra argentina, el visón americano, la malvasía canela (pato americano), el alianto, la caulerpa (alga), la chumbera y la caña. Las cotorras llegaron importadas, alguna se escapó (o la soltaron) y la primera colonia en libertad fue avistada en 1975 en Barcelona. Se acomodan en los parques de las ciudades (donde no viven sus depredadores naturales), desplazan a las aves autóctonas, molestan con su intenso griterío y perjudican la agricultura porque comen frutas y hortalizas. La película del visón tienen un guión similar: se fugó de las granjas por descuido o actos vandálicos, se instaló en las riberas de los ríos (existen poblaciones naturalizadas desde principios de los ochenta), desplazó al turón nacional y compite con la nutria.
El alianto, árbol procedente de China e introducido como planta ornamental a principios del siglo XIX, puede llegar a los 30 metros de altura. Invade zonas de ribera y áreas degradadas, resulta terriblemente competitivo y altera el ecosistema de los bosques mediterráneos al modificar la composición de los suelos. Con la caña vulgar (lleva siglos en la península) ocurre lo mismo, y la chumbera, planta procedente del trópico americano, ahuyenta la vegetación de nuestras zonas áridas y dificulta las labores de pastoreo.
PECES Y GATOS
José Damián Moreno cuenta dos casos de especies peligrosas que "a priori" parecen anecdóticos: el pez sol y el gato doméstico. El primero embellece los acuarios, y resulta que si lo colocas en una pecera al cabo de unos días sólo está él. "Se lo come todo, incluso peces mayores. Imagina lo que puede hace en un río. El pez gato, de procedencia americana, entra en el mismo equipo. Como si fueran pirañas", dice el agente de Protección de la Naturaleza. Con los gatos pasa algo parecido: atacan a todo lo que se mueve (a veces sólo por jugar), y si hablamos de una pandilla numerosa, como las que se ven en las granjas y torres, el resultado es la desaparición de las lagartijas en un círculo de amplio radio. Todavía más: hoy es muy difícil encontrar un gato montés "puro" debido al apareamiento de unos y otros.
Las plantas no se quedan atrás. La Oenothera se presenta hoy como una especie escasa (en el Cinca Medio sólo hay una cita en Monzón), pero los agentes la vigilan y eliminan cualquier ejemplar, "dado que en otros lugares ha acabado siendo una dura invasora". Lo mismo sirve para la Helianthus tuberosus, conocida como "pataca", de bulbos comestibles y usada con frecuencia como ornamental por sus vistosas flores (pariente cercana del girasol, Helianthus annuus). "Se naturaliza en riberas fluviales y cuesta mucho erradicarla cuando ya está establecida".
Aragón no se libra del problema. El Manual de Buenas Prácticas para evitar la propagación de Especies Exóticas Invasoras, editado por la Consejería de Medio Ambiente, cita como animales a vigilar estrechamente la cotorra argentina (hay colonias en Zaragoza y Quicena), el galápago de Florida (desde 1989 se importan millones), el visón americano (avistado en Teruel y Zaragoza), el siluro que llega a pesar 200 kilos (introducido en 1974 en el embalse de Ribarroja para frenar el vertiginoso aumento de la población de carpas), el mejillón cebra (detectado por primera vez en Ribarroja en 2001) y el cangrejo rojo (introducido en España en 1974 en las marismas del bajo Guadalquivir); y califica como "potencialmente peligrosos" al castor (asentado en Navarra), el coipú (roedor visto en Barasona) y el mapache.
CONCIENCIACIÓN
Moreno añade: "Hay especies que nunca podremos erradicar, y otras cuya expansión podemos controlar y minimizar, pero todo será inútil si la sociedad no se conciencia del problema. En el caso del mejillón cebra, por ejemplo, se desinfectan los cascos de las lanchas y los útiles de pesca, pero quedan larvas que viajan en el agua retenida en los motores. Las cotorras se multiplican en la costa, y ahora tenemos noticia de la importación de murciélagos frugívoros, es decir, que se alimentan de frutas. Son muy grandes y aquí no tienen depredadores naturales, ¿qué pasará si se escapan y se aclimatan Otro ejemplo de conflicto de intereses en el del árbol del cielo, especie que se trajo cuando se construía el Canal de Aragón y Cataluña para sujetar los terraplenes y se ha extendido por todas partes, sin dejar sitio al arbolado autóctono".
Para concluir, un poco de legislación. Artículo 333 de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal: "El que introdujera o liberara especies de flora o fauna no autóctonas, de modo que perjudique el equilibrio biológico, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años…". Artículo 76 de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad: "Se considera infracción grave o muy grave la introducción de especies alóctonas sin autorización administrativa. Estas infracciones se penalizarán con multas entre 5.000 y dos millones de euros".
Cuando el galápago que fue tortuguita-mascota muerde al niño, el padre no piensa en esos preceptos y suelta al animal en cualquier badina "para que tenga compañía". Actúa de buena fe y con corazón, pero vaya semilla peligrosa está sembrando.
Con respecto a las mascotas exoticas, me limitare a reproducir una idea de un libro especializado, que viene a decir que del mismo modo que cuando compras un coche tienes que pasar la ITV para asegurar que aun reune las condicones adecuadas, para este tipo de mascotas habria q hacer lo mismo, y así se tendria un control mas exacto no solo de si se han escapado, se han reproducido, o estan en malas condicones.
ResponderEliminarPD: El libro era Invasiones biologicas: diagnosis y solucion, de Ivan Lobato Gago.
Sería una solución, aunque si hay problemas con especies como perros considerados "peligrosos", no quiero imaginarme lo que costaría llevar ese control con el resto de mascotas. Además está el problema añadido de las plantas, con la enorme cantidad de especies que se introducen día a día como ornamentales.
ResponderEliminarPara según qué casos, el concepto de erradicación de especies no autóctonas, es pura y directamente, maltrato a los animales.
ResponderEliminarHay poblaciones de Pato Mudo en pacífica convivencia con ánade real (inclusio criando los unos los patos de los otros), por ejemplo, y dada la vivacidad reproductiva del ánade real (yo mismo he visto un ánade real -pato pekín- beneficiarse a una pata muda) es más que probable que resulte en una absorción local de la especie o generación de cualquier subespecie.
Ni que decir tiene que tales reproducciones dicen mucho también acerca de lo inútil y falaz que en determinados casos puede resultar el "científico" concepto de especie ... la naturaleza se ríe de su riigidez.
Así que por favor, dejen en paz a los patos mudos en libertad, y que muevan la colita a gusto cuando ven a alguien que reconocen como un ser amgio.